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Publicado: 21 Noviembre 2022
Agustina López-Alcorocho y Mari Carmen Rodríguez-Rabadán son las dos únicas actrices de ‘Mamá no se mueve’
Aurelio Maroto
Dos hijas están pendientes de una madre que no acaba de morirse tras quince años postrada por una embolia. El tiempo pasa y las hijas están deseando que mueran, esa es la verdad. La diferencia es que una de ellas se encarga de cuidarla y desea liberarse para vivir su vida, y la otra espera impaciente el desenlace para reclamar la herencia. Es el resumen de Mamá no se mueve, teatro negro y comedia delirante que busca remover algunas conciencias.
‘La cazuela del coliseo’ repuso esta adaptación hecha por su presidenta, Mari Carmen Rodríguez-Rabadán, en el marco de la X Muestra de Teatro Campo de Montiel. Fue este viernes, en el auditorio Tomás Barrera, ante más de 300 espectadores. Naturalmente, hablamos de humor negro, aunque ya sabemos que la realidad supera la ficción. O sea, nos encontramos ante un teatro costumbrista, como reconocía la presidenta, a la sazón encargada de adaptar la obra y protagonista junto a Agustina López-Alcorocho. “Es comedia negra porque hacemos burla de la muerte, pero contamos cosas que ocurren, es la vida misma”, declaró a Radio Horizonte.
Mari Carmen es ‘Mari’ y Agustina ‘Carmencita’. Resulta que esta última tiene muy mala suerte en la vida: “Lleva quince años cuidando a su madre y encima viene su hermana a llevarse las cuatro perras que hay”, cuenta ‘Carmencita’. Pero también desea liberarse de una vida sin vida, atada al cuidado de una madre completamente dependiente. “Aunque ninguna somos del todo buenas, yo soy un poco peor, porque me casé, me fui y solo me he acordado de mi madre ahora que va a morir”, nos dice ‘Mari’.
Ambas reconocen que tratan un tema muy sensible, pero insisten en que solo es teatro y que lo último que desean es incomodar a nadie. “Hay que pensar en lo duro que es ver a una persona mayor prolongando su vida y a un cuidador ocupando su vida en ello”.
Y detrás de todo está el gusto por hacer teatro. Mari Carmen y Agustina son aficionadas y viven la escena al máximo. “Para mí el teatro es lo mejor de lo mejor, me da vida y esta obra la he disfrutado al máximo”, afirma Agustina López-Alcorocho. “Notamos el calor del público totalmente; hay gente que ha visto las tres funciones nos dicen lo bien que se lo pasan y que se olvidan de los problemas; eso no tiene precio”, subraya Mari Carmen Rodríguez-Rabadán.
Una vez más, el público solanero supo valorar el trabajo de La cazuela del coliseo con los dos mejores premios posibles: la asistencia y el aplauso.
En los prolegómenos, Vicenta García-Abadillo ofreció un divertido monólogo como ganadora del premio a mejor actuación del año pasado.
Vicenta García-Abadillo durante su monólogo
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