CF La Solana-Illescas (0-4): De pronto, un equipo vulnerable

Ángel Luis golpea un balón durante el partido frente al Illescas

            Aurelio Maroto

            Es difícil puntuar si defiendes mal. Y es imposible ganar si no creas ocasiones. La crónica de la abultada derrota del CF La Solana frente al Illescas fue un déjà vu. Una especie de repetición de lo vivido contra el Calvo Sotelo (0-3) o contra el Conquense (0-4), pero con un agravante añadido: los amarillos no crearon una sola ocasión de gol en 90 minutos. Ni una –si exceptuamos un disparo postrero de Javi López-.

            La Moheda volvió a recibir una bofetada importante frente a un adversario importante. Se sabía que el Illescas sería duro de roer, pero La Solana ni siquiera le intentó hincar el diente. Con una defensa muy sólida, apretada y elástica a partes iguales en los movimientos sin balón, los toledanos se limitaron a esperar algún agujero para colarse de rondón. Dicho y hecho. Una torpeza de Diego Sevilla propició la contra que dio origen al penalti de Jesús de la Hoz. Molina no falló desde los once metros (m.15). Como tampoco falló tras aprovechar otra torpeza muy similar, esta vez de Almarcha, y firmar el 0-2 a los 24 minutos.

            En menos de media hora el partido estaba finiquitado. La Solana no tenía una brújula clara. Sin Pirri en acción, faltó más participación en el juego de David Sevilla y de Ángel Luis, grises como la tarde. Esa falta de pie en el centro del campo impedía surtir de balones a los delanteros, muy desasistidos. Ni Ginaid tenía respuesta a sus rupturas ni la apuesta de Vicente como titular dio chispa al ataque amarillo. El Illescas ya tenía un botín tempranero para abortar su mayor miedo: un partido igualado y largo en un campo cada vez más pesado. De modo que se limitó a aguantar las tímidas embestidas locales y a esperar al acecho más regalos anticipados de Navidad.

-Palco

El presidente de la FFCM y de la Federación Valenciana asistieron al encuentro

           No pasó mucho más hasta el descanso, ni tampoco en gran parte del segundo tiempo. Era como si un equipo se conformara –cosa lógica- y el otro también –cosa no tan lógica-. A Kiko Vilches le quedaba el cartucho del banquillo y maniobró pronto con un triple cambio. Pero fue un cambio de cromos sin mucha sustancia, que no sacudió el tablero en absoluto. Ni Luque dio profundidad por banda ni Reyes fijó más a la defensa rival. La salida de Josema fue más bien para proteger a un Diego Sevilla que estaba rozando la expulsión, o esa sensación daba. Y en ese escenario desangelado, sin nada que hiciera presagiar un cambio de guión, llegó el tercero visitante, obra de Cristian, en otro agujero de una defensa que se partía con enorme facilidad. El cuarto solo fue la guinda a un pastel ya terminado.

            Nada está perdido y nada está ganado. El CF La Solana está cumpliendo mientras siga fuera del descenso directo. Sin embargo, los números dicen que el conjunto de Kiko Vilches ha perdido la supuesta solidez de que hacía gala. Los 23 goles recibidos en 13 partidos –segundo equipo más goleado-, de los cuales 9 en los últimos dos partidos, exigen un análisis del cuerpo técnico. Se puede perder, por supuesto, pero de mil maneras, y las dos últimas invitan a la reflexión. Cuando no a la preocupación. Tarancón puede ser la redención… o la puerta a unas navidades depresivas.

            De momento, Kiko Vilches anunció en la rueda de prensa posterior cambios de cara a ese partido. Y también confirmó que el club se está moviendo de cara al mercado de invierno. Veremos.

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