CB La Solana-CB Getafe (80-105): Sin centímetros no hay paraíso

El CB Doña Ramontica ve el balón ‘demasiado alto’

             Aurelio Maroto

            Sin centímetros no hay paraíso. Podría ser un buen cliché para definir lo que le sucede al Doña Ramoncita-CB La Solana en su primer viaje por Liga EBA. Al margen del alto nivel de los rivales, la tropa de Mica Tolosa lastra con un déficit tan evidente como de difícil solución: no tiene un ‘5’ nato (uno como mínimo) que ayude a cerrar el rebote y equilibre eso que llaman intimidación bajo el aro. El propio y el ajeno. Así se escribió la historia de anterior derrota en casa frente al Aridane canario, con un 29-50 en rebotes que acabó siendo decisivo. Y este sábado, un Getafe menos gigante en altura pero inmenso en velocidad de juego y tino desde el perímetro, también masacró a los locales, inferiores en todas las facetas del juego. La diferencia reboteadora volvió a ser abismal: 19-38.

            El 80-105 final frente a los madrileños fue el resultado de un partido sin partido. El primer cuarto terminó con un brutal 14-32. No hacía falta ser Antoni Daimiel para deducir que la suerte estaba echada. Para colmo, a la calidad del rival se unían tres ausencias de relieve, sobre todo Sdenry González y Darío Dordanza, que aportan electricidad y poderío zonal, respectivamente. Tampoco estaba el mediano de los García, importante en la rotación. Así que fue un querer y no poder, con un Getafe cada vez más preocupado de sostener su ventaja, dar minutos a sus menos habituales y, eso sí, martillear sin descanso el aro solanero con un espectacular 12/26 en triples, y un no menos llamativo 32/48 en tiros de dos.

            A base de pelea, el CB La Solana contuvo la diferencia en los tres parciales que quedaban, aunque fueran testimoniales de cara al electrónico. Lo mejor, la porfía constante de Mario García, que se fue a 15 puntos, y el buen hacer de Álex Talamino, con 19 puntos, amén de un notable 7/11 en tiros de dos y un impecable 5/5 desde la línea de personal. La otra buena noticia fue el crecimiento constante del joven Carlos Castaño. El canterano estiró su cuenta hasta los 13 puntos.

            Al término del encuentro, Mica Tolosa simplemente admitía la realidad. “Ya se está viendo la diferencia entre la parte alta y baja de la tabla”, aunque insiste en que su equipo está compitiendo bien ante todos los rivales. Y claro, si la angostura de nivel se une a algunas lesiones inoportunas, el problema se acrecienta. “La diferencia existe, pero con estas bajas se ha hecho mayor”.

            El técnico solanero también reconoce lo evidente: el rebote es un arma de destrucción masiva a disposición de casi cualquier rival. “Es muy difícil competir sin dominar mejor el rebote”. “Con Aridane nos fuimos 22 puntos abajo al descanso y con 17 rebotes menos, y acabamos con 29-50 en rebotes”. “Está claro que no tenemos altura y nos falta un ‘cinco’ de referencia como el resto de equipos tienen”. “Por ahí vamos a sufrir mucho y hay que intentar solventar esa carencia; la única manera es traer algún jugador que mejore el equipo”.

            La cuestión es dónde está ese hombre alto… y cuánto costaría incorporarlo. Las opciones existen, por ejemplo en el mercado extranjero, pero el solo hecho de pensar en los trámites de Extranjería nublan la vista a la dirección técnica. Mica Tolosa dice que “se están mirando cosas” y que el club no está parado. Pero está claro que tras el fiasco de Sheriff Idris, cuyos 2.04 no han servido para nada, hace falta una solución que, al menos, equilibre las cosas en la bombilla. Es frustrante ver cómo los jugadores pelean como jabatos y se dan de bruces contra los elementos una y otra vez. Es Don Quijote contra gigantes.

            Ahora toca descansar, resetear ideas y prepararse para lo que vendrá a vuelta de año, ya que el partido contra el Real Madrid se ha aplazado. El 8 de enero es una fecha marcada en rojo en el calendario, con la visita del colista, Spanish Basketball Academy. Nadie dijo que fuera fácil, ni tampoco que fuera imposible. El objetivo de la permanencia sigue muy vivo.