
· Crónica de ROBERTO GARCÍA-MINGUILLÁN DE GREGORIO, sobre la corrida mixta del sábado 17 de septiembre en la Feria Taurina 2022
· SORPRENDENTE ENTRADA CON EL GRADERÍO PRÁCTICAMENTE LLENO, CON UNA DE LAS MEJORES ENTRADAS QUE SE RECUERDAN EN ESTA PLAZA
Tarde para el recuerdo en la segunda del serial en Almodóvar del Campo, donde hubo de todo; y lo mejor, el entradón que se registró en el festejo mixto llegando a rozar el lleno en el graderío, y eso ya es motivo de alegría y felicidad.
Al finalizar el paseíllo se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria del siempre recordado Manolo Gijón, vecino de Almodóvar del Campo. Un hombre bueno y que toda su vida estuvo ligada al mundo del toro y del caballo, fusionando ambas pasiones que le llevarían a crear la única cuadra de caballos de picar que ha existido en nuestra provincia. Recordando el primer aniversario de su muerte, y coincidiendo con este festejo mixto donde se aunaba el arte del toreo de a pie y a caballo, era la tarde idónea para hacer este breve pero intenso homenaje. ¡Gloria eterna al bueno de Manolo Gijón!
VENTURA MOLDEA CON «BRONCE» UNA OBRA PARA EL RECUERDO
Ventura abrió la tarde con una actuación que no pasó de correcta y discreta, y en donde la frialdad propia del toro que abrió plaza, pareció contagiar al caballero hispano-Luso. Un animal bajo de raza y de trapío, donde la actuación de Ventura brilló especialmente en el toreo de costado y en la rueda de las cortas al violín, y en un par colosal a dos manos aderezado todo con piruetas en la misma cara del toro. pinchó antes de enterrar el rejón de muerte, que además cayó bajo, y a pesar de la fuente petición de trofeos, el palco decidió no conceder premio, dejando demasiado alto el listón de la tarde. ¡Y vaya que lo consiguió!
En el quinto disfrutamos de una memorable actuación de Ventura que rayó a un nivel difícil de igual, una faena a más que tuvo sus momentos álgidos con el caballo «Bronce» con el que ofreció todo un recital de toreo a caballo. Hubo precisión, ajuste y momentos de una pureza incalculable. previamente paró el tiempo en varios quiebros muy ajustados en una cortísima distancia que puso a los tendidos en pie, tan corta era la distancia que apenas separaban entre toro y caballo 2 metros de separación. ¡Qué locura!, y entre tanto; un hermoso fandango que la cantante de copla, Cristina Martínez, le compuso a Ventura. A todo esto tenemos que añadirle alguna que otra voz, un tanto desafortunada y fuera de lugar, que encendieron al rejoneador y éste respondió con la garra y el pundonor que le caracteriza. Con su caballo «Guadiana» hizo subir el diapasón de la emoción con las cortas, rosas y el adorno de un interminable teléfono. Mató de un fulminante rejonazo que hizo que el toro cayera sin puntilla a los 10 segundos, y los máximos trofeos fueron incontestables.
AGUADO, TOREO CARO Y POLÉMICA EN ALMODÓVAR
Pablo Aguado destacó en el recibo capotero a su primero, con unas templadísimas verónicas y ganando siempre terreno, quitó más tarde por chicuelinas, más tarde perdió las manos el toro e incluso se partió el pitón, por lo que el presidente se vio obligado a sacar el pañuelo verde desde el palco presidencial. En su lugar salió un toro de Juan Pedro Domecq, noble pero falto de raza y transmisión, pero donde Aguado, muy centrado, serio y metido de lleno en la tarde de Almodóvar, dejó destellos de la mucha clase y torería que atesora, mató de estocada caída y la afición que llenaba la plaza le pidió con insistencia el trofeo, que por otro lado el palco no tuvo a bien otorgar. Sí que obtuvo un apéndice en el quinto, en donde Aguado cimentó un trasteo interesante ante un animal de Román Sorando, al que le faltó el fuelle necesario para perseguir con celo y transmisión la muleta del Sevillano. Aún así, hubo momentos de gran belleza estética, componiendo muy bien la figura y rematando el muletazo detrás de la cadera, haciéndolo todo con mucha despaciosidad y torería. La pena fue que el toro no permitiera la ligazón necesaria para que aquello llegará de lleno al tendido, por lo que la faena no terminó de romper con fuerza. Finalizó con unos muletazos por alto con mucho sentimiento que rezumó sabor. Mató de estocada entera y desprendida y los tendidos le pidieron de manera insistente las dos orejas, pero el presidente sólo otorgó una oreja, y comenzó la polémica, pues la alguacil, que es el que tiene que corroborar con el presidente la concesión del trofeo, ya sea en singular o en plural, no lo hizo y le entregó a Aguado las dos orejas. Entre tanto, el presidente le obligó al torero a desprenderse de la segunda oreja, a lo que el matador accedió pero tirando al suelo las dos orejas, en un gesto feo y de desprecio por parte del torero. El público se puso de parte del torero y se armó la marimorena…
ROTUNDO E IMPACTANTE LA PRESENTACIÓN DE RUFO EN LA PROVINCIA
Un firme Tomás Rufo tuvo una más que digna presentación en la provincia de Ciudad Real. Cayó de pie en su primer compromiso en «Las Eras de Marta» cuajando una faena rotunda a su primer antagonista, ante un noble y encastado ejemplar de Román Sorando, con el que el torero de Pepino formó un alboroto, especialmente toreando al natural, con profundidad, temple y ligazón, recordándonos por momento al monstruo de Galapagar. Hubo una tanda de naturales de mano baja, trazo largo y un giro de cintura guiando la embestida del burel que emocionó al graderío. Comenzó la obra toreando de rodillas de manera excelsa, y la remató con unas escalofriantes manoletinas, muy de frente, como toda su actuación, y pasándose al animal a escasos milímetros de su cuerpo. ¡Qué precisión, Dios mío!, Se tiró arriba y aunque pinchó arriba, remató su actuación de un gran volapié que le hizo acreedor de las dos orejas con mucha fuerza.
Su enorme capacidad lidiadora quedó más que patente en el que cerraba el festejo, de la ganadería de Juan Pedro Domecq, de gran calidad pero venido a menos, con el que Rufo puso todo de su parte, jugándose literalmente los muslos. Inteligencia, sitio y mucho temple para acabar extrayendo series meritorias por ambos pitones, en faena tediosa y muy trabajada que iba camino de las dos orejas. Mató de más de media estocada arriba y se le pidió de manera unánime la oreja, o las orejas. Pero a esa hora de la tarde, y con la polémica ya servida, pareció decir el presidente que ni una ni dos, dejando el marcador a cero. Y de manera injusta e incomprensible todo quedó en ovación con saludos.Ya lo decía una conocida figura del toreo: ·las orejas no dejan de ser despojos», pues dejémoslo ahí…Si lo importante en el toreo es la emoción, podemos decir que objetivo cumplido.
Destacaron pareando los toreros de plata: Iván García y Fernando Sánchez.
Galería gráfica con la firma de Mélanie Huertas:
















Be the first to comment