La Solana-At. Tomelloso (3-1): Los amarillos reinan en el caos

Momento en el que Reyes marca el 2-1 de penalti

             Aurelio Maroto

            Hay cosas que no cambian. Y una de ellas es el calvario que vive el At. Tomelloso cada vez que visita La Moheda. No siempre fue así, pero ha tiempo que lo lleva siendo. Y esta vez, la herida sangra más en los auriverdes a medida que el tiempo pasa y no alzan el vuelo. La Solana, claro, hurgó en esa herida para alimentarse de sangre ajena y crecer en la clasificación. Fue tras reinar en un partido caótico a nivel táctico, donde el gran monarca fue, precisamente, Sergio Reyes. El equipo de Kiko Vilches se sitúa octavo, aunque todavía sea en ese tiovivo que te baja y te sube por la orfandad, todavía, de diferencias importantes.

            La Moheda terminó feliz. La afición acabó entregada a los suyos. Pero acabó siendo un cara o cruz porque los amarillos anduvieron lejos de su mejor versión. Fueron la antítesis de ese bloque monolítico en defensa, disciplinado y capaz al que acostumbra. Quizás porque Juli aún no está a su mejor nivel, acaso porque Juan estaba fuera de su hábitat habitual, tal vez porque el míster dejó demasiado buen pie en el banquillo, o simplemente porque una mala tarde la tiene cualquiera. El caso es que el partido se enredó demasiado pronto, y eso que Kike Reguero sacó una manopla prodigiosa a De la Hoz en las primeras campanadas del choque.

            Pronto se vio que el At. Tomelloso venía necesitado. Abraham, Rafa, Gallego… Mucha pólvora puso en escena Julián Espinosa, buscando cantidad y centímetros a partes iguales. Kiko Vilches volvió a apostar por tres centrales, que tanto rédito le dieron en Torrijos, y metió al joven Jesús Moreno por dentro, junto a Pirri y Raúl Delgado.

            Todo se empezó a torcer en el minuto 10, cuando Gallego cabeceó una falta lateral ante la pasividad de defensa y portero. Apenas dos minutos antes, Rafa había avisado con un zapatazo lejano que rozó el travesaño. Tocaba remar contracorriente y La Solana asumió el desafío, aunque con más empuje que criterio. Mientras Pirri intentaba poner orden en la salida de balón, Raúl buscaba el enganche entre líneas. En ocasiones logró encarar la carrera desde tres cuartos, donde De la Hoz percutía incansable para encontrar la penetración. Otras veces, el canterano era frenado en seco para evitar su maniobra. De hecho, Raúl acabó siendo sustituido y renqueante del tobillo.

            Antes de eso, La Solana buscó el empate con ahínco. Reyes se escoraba al costado zurdo, mientras Luque entraba por la derecha y Ginaid, que por fin debutaba ante su afición, buscaba constantemente el espacio. Se remangó bien la zaga visitante para taponar las acometidas locales. Fue hasta que Sergio Reyes pisó su vértice de área favorito para hacer una maniobra muy suya y batir a Reguero de un certero derechazo al palo largo. Era el minuto 36 y permitía a La Solana equilibrar antes del descanso.

-Juan y Gallego pugnan por un balón

Juan y Gallego pugnan por un balón durante el partido     

      La segunda parte estaba llamada a dirimir la cuestión. Pronto vimos que la tónica no variaba demasiado. Era un partido de ida y vuelta, vistoso para el espectador a la par que horrible para un táctico. Sobraba corazón y faltaba cerebro.

            En esas, Abraham dijo hasta aquí hemos llegado. Había cojeado toda la primera parte y apeas duró tres minutos en la reanudación. Poco después, Raúl le siguió camino de vestuarios. La diferencia es que Abraham es un tótem para este At. Tomelloso, mientras que Raúl, y después Luque, fueron sustituidos por Ángel Luis y David Sevilla, tanto o más capaces. El otro cambio de cromos de Kiko Vilches fue Javi López por Ginaid Aruna. En fondo de armario, no había color, como después admitió el propio Juli Espinosa.

            Aun así, la mejoría de La Solana fue relativa. El At. Tomelloso había dado un paso atrás, pero entendía muy bien la proyección a la contra con envíos largos, donde los centrales amarillos sufrían más de lo habitual. Impresionante el despliegue físico de un cuarentón de lujo, Agustín. Tuvo el equipo visitante alguna situación clara frente a Monreal, sin éxito. Sin embargo, La Solana sí mordió el pastel cuando lo tuvo en su boca. Un penalti claro sobre Juan, en pleno acoso local, colocó el 2-1 gracias a un Reyes tan audaz como certero. Era el minuto 78 y una losa casi imposible para un At. Tomelloso que empezó a dar claros síntomas de rendición.

            La salida de Vicente terminó de refrescar a los amarillos. El extremo zurdo buscó con ahínco la portería hasta que llegó su momento. Una buena acción de Javi López frente a Reguero terminó en asistencia y zurdazo inapelable a la red. The end. La Solana había superado un examen difícil ante un adversario al que nadie puede reprochar falta de interés. Lo que le falta son cosas más prosaicas.

            Entre tanto, La Solana toma impulso y espera ya al Conquense, de nuevo en La Moheda (domingo, 16,30 h). Otra batalla entre «iguales».

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