Fibrosol anuncia actos para mayo: «Queremos que la sociedad nos entienda»

Alfonsa Díaz, María Castaño y Petri Prieto en los estudios de Radio Horizonte

          Aurelio Maroto

La Asociación de Fibromialgia y Síndrome de Fatiga Crónica de La Solana (Fibrosol) ha organizado varias actividades para el próximo mes de mayo. El objetivo es tan simple como hacer visible una enfermedad con un diagnóstico creciente, y que en su mayor parte afecta a mujeres.

La primera actividad será el miércoles 3 de mayo, con una mesa informativa que instalarán en el mercadillo y donde también se venderá merchandising del colectivo. El viernes día 12 se celebrará un encuentro con Alfonsa Díaz-Malaguilla Delgado bajo el título ‘Fibromialgia y humor’, a las 6 de la tarde en el auditorio Don Diego. Se repartirán pulseras por un euro se invitará a un aperitivo. Y el lunes día 29 de mayo tendrá lugar una charla titulada ‘Los beneficios del CBD para la salud’, que profundizará sobre las últimas novedades acerca de esta nueva terapia.

En declaraciones a Radio Horizonte, la presidenta de Fibrosol, Petri Prieto, considera necesario dar visibilidad a la fibromialgia. “Queremos darnos a conocer, pero ante todo queremos que nos entiendan”. En su opinión, el problema no son solo los síntomas, sino también la incomprensión de la sociedad. “Yo digo que la fibromialgia es mi amiga invisible, porque es una enfermedad que no te degenera, pero que te destruye cada día y mucha gente no nos comprende”.

En parecidos términos se expresó la vicepresidenta, María Castaño, que comenzó con los primeros síntomas a partir de sus embarazos y de sufrir hipertiroidismo. Asegura que cada día se esfuerza para siquiera levantarse de la cama y se alegra porque la fibromialgia comience a estar en la agenda. Sin embargo, es pesimista cuando le preguntan por el futuro: “Sé que los años que me queden de vida estaré así, incluso que iré a peor”. “Se trata de sobrellevarlo lo mejor que puedas”. Es ahí donde cobra especial importancia la comprensión social y los avances de la medicina como cortafuegos contra el problema.

Alfonsa Díaz-Malaguilla es un caso especialmente llamativo. Solo tiene 33 años y ya está jubilada debido a los múltiples e intensos síntomas que sufre. La fibromialgia ha truncado su carrera como pedagoga, y hasta tuvo que cerrar la pequeña empresa que tenía. “Los tres años que estuve de baja lo pasé muy mal porque decía que mi vida se había acabado”. No quería morirme, pero casi me daba igual que me pasara algo porque no veía futuro”. Sin embargo, ha preferido poner al mal tiempo buena cara. “He decidido reírme y tomarme la vida con humor, o no tiro para adelante”.

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*