La OMIC advierte sobre el peligro de las ‘fake news’

El alcalde intervino en la primera parte de la actividad contra las fake news

            Aurelio Maroto

          Vivimos en un mundo con bastante de virtual y esa virtualidad se hace extensiva también a las noticias que nos llegan. No siempre son verdad, más allá del sesgo que cada medio de comunicación le pueda dar. O sea, hay supuestas noticias que son simplemente falsas y están hechas a propósito. Son fake news. La concejalía de Consumo del Ayuntamiento de La Solana, a través de la OMIC, celebró ayer una primera charla destinada a alumbrar sobre este peligro, ya que creer una noticia falta puede ser claramente peligroso.

          Bajo el epígrafe `No me líes’, la Junta de Comunidades patrocina una campaña que pretende luchar contra la desinformación y ayudar a diagnosticar posibles engaños en redes sociales e informaciones supuestamente veraces. La charla celebrada en el auditorio del Palacio Dondiego contó con la presencia de Javier Alcázar, de la empresa D-Ventax, que intentó ser didáctico a la hora de enseñar ejemplos y trucos para distinguir la información que consumimos.

“Las nuevas tecnologías ha democratizado el acceso a la información y cualquier persona que dispone de un teléfono móvil es capaz de generar información en la red, y ahora nos cuesta distinguir el medio, la fuente y la veracidad de lo que nos llega”, declaró a los medios minutos antes de su ponencia. El problema ya no nos informamos solamente por los medios convencionales: radio, prensa y televisión. Ahora, cualquiera puede viralizar cualquier cosa a través de un teléfono móvil. “Hacemos información, la propagamos, generamos opinión y además decimos que eso es así porque lo hemos visto, y eso es peligroso”, subraya.

Ese problema se amplifica cuando la fake news de turno nos llega desde un móvil o desde una red social de alguien conocido. Entonces le damos más veracidad porque esa persona que nos la envía genera confianza. Aún más peligro. Se trata, por tanto, de saber diferenciar, de conocer una serie de cosas que nos pueden hacer sospechar. En definitiva, el objetivo es aprender a desconfiar si determinada información viene de un medio que no es habitual, con un montaje en ocasiones algo burdo, y cuya redacción a veces deja que desear. Contrastar esa supuesta información también puede resultar útil.

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