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Publicado: 02 Enero 2024
Espectacular imagen de la plaza durante la tarde de Nochevieja
Aurelio Maroto
Del tapeo hemos pasado al tardeo. Este último término también ha cobrado protagonismo en la Navidad solanera. Y no es que aquí haga falta empujar a la gente para que salga, se empuja sola; pero es verdad que la moda del tardeo ha cuajado un poco más este año. La actuación de disc jockeys sobre el trineo de Papa Noel la tarde de Nochevieja convirtió la Plaza Mayor en un enjambre que no tenía prisa por irse a las uvas.
La música atronaba y los bares no daban abasto. Todos a la plaza y en la plaza. Había mesas donde no cabían más botellines. Vacíos, por supuesto. Muchos parecían haber adelantado la fiesta de fin de año, tal vez sin advertir que los esperaban para cenar. No es difícil deducir que más de uno llegó a casa sin ninguna ‘sed’, aunque seguramente tuvo tiempo de desperezarse, ponerse el traje o el vestido de fiesta y lanzarse de nuevo a la calle.
Varios DJ,s animaron la fiesta
No importaba el fresco de un día que llegó desapacible. La plaza es la plaza, cuyo interés se amplifica si le añades un mercadillo y una pista para que los niños correteen sobre patines. Y donde hay niños, hay padres. Así que el tapeo de mediodía tuvo su prolongación en el tardeo vespertino. Durante horas, gente de todas las edades iba y venía, bailaba y consumía. Cayó la tarde, cayeron las horas, pero los DJ,s seguían en pie. Y la gente también. Muchas cuadrillas comenzaron a mirar el reloj. A otras se les había parado. Bien entrada la noche, el personal se fue retirando. Las uvas esperaban, pero ya en el calor de casa o del cotillón de turno en algún restaurante.
La Plaza Mayor ‘descansó’ por un momento, aunque al día siguiente volvió el tapeo. Y todavía varias cuadrillas de jóvenes trajeados apuraban por allí la larga Nochevieja, ya con un sol que aporreaba. El tardeo volverá, sin duda, porque ha llegado para quedarse.
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