CB Rivas-CB La Solana (78-74): Jaque ¿mate?

                     Solo una carambola evitaría el descenso a 1ª Nacional                   Foto: GACETA

     Aurelio Maroto

    El Doña Ramoncita-CB La Solana puede estar escribiendo su epílogo en Liga EBA. La derrota del sábado en Rivas Vaciamadrid (78-74) deja al equipo con pie y medio en Primera Nacional. A tres jornadas para terminar el campeonato regular, apenas tiene margen y ni siquiera depende de sí mismo. Los de Mica Tolosa necesitan ganar un mínimo de dos partidos y que el Pozuelo no gane ninguno. Es la única carambola que evitaría regresar a la categoría doméstica dos años después, ya que nadie espera que el Real Madrid se deje superar en sus enfrentamientos con los de abajo. Precisamente, el Doña Ramoncita juega el próximo sábado en la pista merengue. Se da por hecha la derrota, así que la permanencia pasa por ganar a Pozuelo y Quintanar del Rey, y esperar que los pozueleros no rasquen nada.

    El desafío es formidable y, honestamente, no hay grandes esperanzas en que el puzle encaje. El CB La Solana lleva diez derrotas consecutivas y no gana desde el 7 de enero. Esa es su penitencia. Lesiones, desconexiones puntuales en momentos clave de los partidos y bajo impacto de algunos jugadores importantes han lastrado los dos últimos meses. Además, la estadística desnuda cualquier excusa y exhibe lo mal que ha defendido el equipo, cosa que demuestran los 1.952 puntos en contra, solo superados por el colista, Fuenlabrada (1.960). Y ya se sabe que en el basket actual la defensa es el mejor ataque.

     De poco está sirviendo competir bien ante adversarios de ‘otra liga’, como sucedió este sábado en Rivas. El problema ha sido otro, con derrotas decisivas en los partidos realmente importantes frente a rivales directos. El mejor ejemplo fue hace dos semanas frente a Valsequillo en el Serrano, donde se perdió un partido que parecía ganado en el tercer parcial. Aquel día fue un reflejo perfecto de lo que está siendo el Doña Ramoncita esta temporada. Toca esperar y a pelar al dicho popular: “Mientras hay vida, hay esperanza”.