Almodóvar del Campo despierta un sorprendente sueño de noches estivales

Diego y Diana, localizándose en el lienzo donde Palmero los inmortalizó.
  • En su primer fin de semana, más de medio centenar de visitantes se han dejado a atrapar por las sorprendentes visitas al Museo Palmero y la Trinidad.
  • Con participación de personas de la localidad y llegadas de otras procedencias.

El particular sueño de una noche de verano tiene su doble réplica semanal en Almodóvar del Campo, una vez que el viernes y sábado se levantó el telón de las visitas guiadas y animadamente teatralizadas en el Museo Palmero, con colofón en la ermita de la Trinidad.

Más de medio centenar de personas han sido ya las primeras partícipes de una experiencia que durante todo julio y agosto acerca arte pictórico, arte patrimonial, arte religioso e incluso lo culinario, para mostrar de una manera distinta los atractivos de ambos enclaves.

Se trata de un recorrido de poco más de hora y media que, aprovechando el menor rigor del termómetro a partir de las diez de la noche, atrapa desde el primer momento y permite conocer particularidades de la vida y obra de Alfredo Palmero de Gregorio.

En el estudio donde Alfredo Palmero de Gregorio daba cuenta de su ingenio.

Y no sólo eso, sino que, en base a algunos de sus lienzos, se retrotraen usos y costumbres muy propios del siglo XX, cosas que ya hoy no se viven pero que fueron moneda común en tantos pueblos, de forma que estas visitas atrapan a forasteros que también las hacen.

Es una manera muy dinámica, con enorme encanto, de hacer un recorrido de la mano de la guía turística Carmen Cervera, quien encuentra en los intérpretes José Fernando Martínez y Andrea Muñoz, el contrapunto que sorprende con una historia muy en paralelo.

Historia que se hace de carne y hueso al saltar del lienzo que lleva por título ‘El pintor Miralles en el Café Novedades’, uno de los tantísimos que jalonan un inmueble que sigue conservando el sabor tradicional de una morada propia de un genio como lo fue su titular.

En uno de los lugares que se visitan durante la noche en el museo.

Pero el recorrido arranca al pie de la fachada del museo, donde los visitantes pueden admirar sus peculiaridades artísticas y donde ya comienzan a sumergir en el ambiente histórico y artístico que caracteriza la obra de Alfredo Palmero de Gregorio.

Cruzar el dintel del portón de entrada supone abrir el tarro de las esencias a la verdadera magia que se desata dentro del museo, en un recorrido que culmina en el legendario estudio del pintor, de quien se esbozará su particular personalidad, propia de los genios.

La acción también se desarrolla en la fachada del Museo Palmero.

Algo que la anfitriona en este viaje al pasado expone con gran simpatía, desde su habilidad para contar historias, desgranar particularidades y curiosidades del protagonista de la noche e intercalar, por si todo fuera poco, entre explicaciones estampas costumbristas que pintan una viva imagen de la localidad de aquellas épocas de antaño.

Notas que no solo se refieren a los paisajes urbanos y celebraciones propias como los tradicionales encierros taurinos, sino también a aspectos cotidianos que fascinan, con el colofón que se alcanza en el estudio donde el pintor concibió buena parte de su obra.

Ultimando la tapa con que COVICAR deja el regusto final en la pinacoteca almodovareña.

Y en varios puntos del itinerario la pareja de ficción hará su aparición para, sorprendiendo gratamente a los visitantes en una intensa diatriba de enamorados, Diana y Diego, que desbordan los límites del lienzo desde el que se derraman hasta varios espacios del museo.

Por otro lado, la visita a la pinacoteca no se queda en un grato disfrute visual y auditivo. Su epílogo es delicatesen, puesto que antes de salir la sociedad cooperativa COVICAR tiene el gusto de ofrecer una tapa elaborada con sus mejores aceites de oliva virgen extra.

La última parada de tan fascinante propuesta pasa por la cercana capilla de la Trinidad, restaurada hace unos años, con una bóveda que es toda una joya y que encierra, entre sus referentes, la figura del legendario clérigo almodovareño Francisco de Pareja.

Los visitantes también quedan prendados del ‘Cristo de Marfil’.

El icónico enclave es, además ahora, hogar de la impresionante talla del ‘Cristo de Marfil’, una pieza única traída desde las colonias españolas en Filipinas y que, tras distintas vicisitudes, Almodóvar del Campo ha depositado en una capilla tan digna como ésta.

Por tanto, esta novedosa propuesta a caballo entre lo cultural y lo turístico, dada en llamar ‘Noche en el Museo’, que desarrolla el colectivo local AMPACE en el marco del convenio con el Ayuntamiento y el apoyo de COVICAR, va camino de marcar época.

Para reservar plaza y pase se debe llamar o escribir por WhatsApp al número 681 371 012 y reservar plaza para próximos fines de semana, dado que los primeros cuentan ya con todo el cupo completamente reservado.

Guía e interpretes, satisfechos al término de una de las visitas.

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