El CF La Solana se conjura para ganar al Torrijos: “La presión nos la ponemos nosotros”

Venturini y Armindo durante su comparecencia de prensa

        Aurelio Maroto

       El CF La Solana llora sin llorar en los prolegómenos del partido del sábado, debut liguero en La Moheda. Hasta cinco jugadores se perderán el partido con seguridad, de los cuales dos lesionados y tres porque los papeles aún no están en regla. Este último imponderable recuerda peligrosamente al caso Ginaid Aruna, aunque en el seno del club prefieren ser optimistas.

      “Tenemos muchos lesionados y el problema de extranjería con los andorranos, pero no nos metemos excusa; vamos para adelante con humildad y trabajo”. Son palabras de Luciano Venturini; el pasional central argentino se muestra seguro de que ningún obstáculo impedirá que La Solana muestre su capacidad el sábado. “Lo que más me gusta es la humildad de mis compañeros”, insiste.

    Atrás queda el cacareado empate en Tomelloso, donde el equipo pecó de espesura y poca puntería. “Las sensaciones fueron malas porque deberíamos haber ganado, pero lo pasado pasó y solo queda corregir cosas dentro”. “La lección es que nunca hay que confiarse”, subraya.

     Venturini pide tranquilidad y no apresurarse. Esto no ha hecho más que empezar. Pero sí admite que el partido del sábado es importante por múltiples razones, entre ellas la necesidad de tener una buena puesta en escena ante una afición expectante. Enfrente, el Torrijos, un equipo al que se recibirá con el máximo respeto. “No sé mucho del rival, solo conozco a Vicente, que jugó aquí el año pasado”. “Espero un partido duro donde sacará ventaja el que más despierto esté”, concluye.

“Siempre quiero más”

       En la comparecencia ante los medios también intervino Armindo. El técnico brasileño tampoco ha ocultado su disgusto por el partido de Tomelloso, a pesar del punto. “Acabé cabreado porque siempre quiero más; si queremos que La Solana sea un equipo grande en Tercera tenemos que exigirnos más”. “Hay que inculcar mentalidad ganadora; querer es poder”.

    Se queda con el buen trabajo atrás, pero el equipo no tuvo luz de tres cuartos propios hacia adelante. “Defensivamente jugamos muy bien, pero con balón no dimos cuatro pases seguidos”. “Tuvimos un tres contra uno que si acertamos se hubiera acabado el partido”, lamenta. A partir de ahí, está con Venturini a la hora de valorar la situación actual del equipo de cara al sábado. “Nosotros no lloramos y el que juegue para mí es el mejor, pero es verdad que se nota mucho, porque el domingo no teníamos cambios arriba y acabamos el partido con tres chavales de 19 años y con dos de 20 años”. “A cualquier entrenador le gusta tener opciones de cambiar el sistema, y si no tenemos a Xisco, a Álex [Martínez] o a Miller [Moreno], y además tenemos lesionados a Josemi y a Paulo Junior, son cinco bajas importantes”. “Con los quince que me quedan sigo teniendo muy buen equipo, así que estoy tranquilo”. O sea, llorar sin llorar, o viceversa.

     Armindo tampoco niega la importancia del encuentro frente al conjunto toledano, sobre todo por la expectación antes citada. “Es muy importante el partido del sábado, pero todos los partidos lo son”. “Va a ser un partido bonito”. “Mi sueño es que se llene este estadio, queremos que la gente se enganche y es normal que haya dudas; la única presión nos la ponemos notros”.

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